sábado, 10 de diciembre de 2011

Dulces sueños… Si tu aparato psíquico te lo permite

ENSAYO:
“Dulces sueños… Si tu aparato psíquico te lo permite
Por: Jazmín Lolbeh Caamal Torres

“Si el sueño fuera, como dicen, una
tregua, un puro reposo de la mente..”[1]

El tiempo de dormir es importante para toda persona, con el dormir se pretende que el cuerpo repose, tome energía para comenzar un nuevo día. Se dice que los médicos recomiendan dormir ocho horas diarias...
La mayoría de las personas al despertar comenzamos a pensar en las actividades del día, y rara vez nos detenemos a explorar lo que pasa en el proceso del dormir, pero cuando algo sin querer se nos ha presentado como consecuencia del apartar nuestros pensamientos de la vigilia, decimos que hemos tenido un sueño. “Todo el tiempo que dura el dormir sabemos que hemos soñado con la misma certeza que sabemos que dormimos” (Freud), pero no todo el tiempo lo recordamos, y también nos preguntamos por qué.

“todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende”. [2]

Y entonces, para la mayoría de las personas a lo largo de la historia ha surgido un sentimiento de atribuir a estos un significado que de cuenta lo que soñamos, de lo que afirmamos que pasó en nuestro dormir; por ejemplo, algunas personas creen que al soñar una boda la muerte tocará a sus puertas. Más de una ocasión nos hemos despertado con la intriga de qué es lo que soñamos, para qué soñamos y por qué soñamos eso, deseamos entender nuestros sueños.

Los poetas, han escrito de sueños y sus sueños, uno nacido en 1600  fue Calderón de la Barca quien escribió “La vida es un sueño” y posteriormente, Freud escribió “La Interpretación de los sueños”.
En el presente ensayo retomaré fragmentos de poemas para tratar de hablar (de lo que entendí) de los sueños desde lo que plantea el Psicoanálisis (Freud).

“La vida es sueño”[3],  soñar es vida, movimiento de energías intrapsíquicas, creación de sueños gracias a que en el aparato psíquico (icc y prcc) la defensa (resistencia) disminuye, lo que permite con mayor libertad el flujo del inconsciente.
“El estado de dormir posibilita la formación del sueño por cuanto rebaja la censura endopsíquica”[4]

“…sueña  lo que es, hasta despertar.” [5]
El sueño es mientras es soñado,  después de despertar el sueño se ha transformado, y nuestra memoria no ha funcionado de tal manera que nos permita recordar fidedignamente lo ocurrido en el sueño.

“El sueño (autor de representaciones),
En su teatro, sobre el viento armado,
Sombras suele vestir de bulto bello”.[6]
No podemos acceder realmente al sueño que queremos interpretar. Después de haber soñado, ocurre la desfiguración (“sombra”) que transforma (“viste”) aquello soñado para ver si así puede lograr acceder a la conciencia y no causen displacer (las viste de bulto bello)”. En este proceso de desfiguración que es la energía de una representación pasa a formar parte de otra representación (aun y cuando parezcan contradictorias), hasta que esta se vuelve intensa y mediante la repetición del proceso ocurren la condensación.
Y cuando el sueño es relatado ya se ha modificado, se ha desfigurado (sustraído valor), y en este intento de reproducirlo “reencontramos la elaboración secundaria del sueño por parte de instancias del pensamiento normal… pero tal desfiguración no es, a su vez, sino un fragmento de la elaboración a que son sometidos regularmente los pensamientos oníricos a consecuencia de la censura del sueño”[7]
.
Lo que soñamos en ese “teatro” donde somos los propios autores y actores de nuestra obra, lo que afirmamos que soñamos son es solo los vestigios de las representaciones de representaciones que lograron acceder a lo consciente.

“Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.”[8]

Dormir, es una necesidad que tenemos los seres humanos, soñar es una necesidad y función del aparato psíquico donde el inconsciente se permite regocijarse, transitar libremente creando la vía regia entre desplazamientos y sustituciones (condensaciones). El sueño es también  un cumplimiento de deseo (os) ( de placer o displacer - angustia)  por mas que este deseo parezca irreconocible debido a la censura psíquica (se reprime porque genera displacer a la conciencia), es puesto en acto en un escenario diferente al de la vigilia, en un tiempo presente que se vive como diurno, por eso la frase “Yo sueño que estoy aquí”.

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;

Ahora, ese deseo proviene de un deseo admitido y no tramitado ocurrido en el día donde la excitación no encontró satisfacción, o de algo que en el día no se le da tanta importancia pero que queda para retomarse durante el dormir; aunque también pueden  ser deseos que no tienen relación con las actividades del día pero que aún así necesitan emerger, o deseos de las necesidades actuales del organismo. Entonces, el deseo se vale de restos diurnos investidos alojados en el preconsciente para poder ser soñado.

   
“¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?”[9]

En el sueño ocurre una regresión a la huella mnémica, a un recuerdo infantil,  “el soñar es una condición más temprana del soñante, una reanimación de su infancia, de los modos pulsionales que lo gobernaron entonces y de los modos de expresión que disponía”[10], pero este recuerdo infantil solo es en los adultos ya que Freud explica que en los niños solo es un recuerdo incumplido porque su preconsciente y su inconsciente se están constituyendo. “el soñar es un rebrote de la vida infantil del alma, ya superada” (Freud).


“de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra”[11]
El acceso a los sueños lo podemos hacer mediante la asociación de significantes que a veces pueden parecernos ilógicos  o no llevarnos a nada, pero aún así debemos seguir el camino para poder interpretar que es la función el Psicoanálisis, develar lo inconsciente (lo psíquicamente real), el contenido latente detrás del manifiesto (trabajo interpretación), es rescatar del olvido (de la sombra), vencer la resistencia, es reconstruir  de los vestigios para encontrar los tesoros (deseos) escondidos (reprimidos) en el inconsciente (“intemporal que no se nombra” porque no se accede del todo a el).
A veces  “el mayor bien es pequeño”[12], en ocasiones no damos importancia a detalles en el sueño, creemos que no significan nada, pero en realidad dicen mucho, tanto como los recuerdos o pequeños detalles que surgen mediante el relato, y que nos pueden guiar más fácilmente hacia la solución del sueño, ya que estos detalles por algo fueron reprimidos (enviados al olvido), y estos olvidos pueden advenir en cualquier momento, incluso un día después, “entonces otro fragmento del contenido del sueño atrae la atención y se encuentra el acceso a un nuevo estrato de los pensamientos oníricos. Podemos llamar a esto interpretación fraccionada del sueño”[13]

Para concluir, “…y los sueños, sueños son” es la frase con la que termina Calderón de la Barca su poema, pero para  Freud los sueños fueron más que sueños. Freud ha dejado claro que el sueño que creemos que fue solo un instante es todo un sorprendente y arduo proceso de nuestro aparato psíquico y sobre todo un camino real al a nuestro inconsciente.
Así que la próxima vez que alguien nos diga una linda frase como “que tengas dulces sueños” tendremos que preguntarnos que es lo que nuestro aparato psíquico nos permitirá soñar en el dormir….





[1] Poema “el sueño” de Jorge Luis Borges.
[2] Poema “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.
[3] Poema “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.
[4] Sigmund, Freud., Tomo V: la interpretación de los sueños: VII:sobre la psicopatología de los procesos oníricos., . P.520, Ed. Amorrortu
[5] Poema “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.
[6] Poema “A un sueño” de Luis de Góngora
[7] Sigmund, Freud., Tomo V: la interpretación de los sueños: VII: sobre la psicopatología de los procesos oníricos., Ed. Amorrortu
[8] Poema “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.
[9] Poema “el sueño” de Jorge Luis Borges.
[10] Sigmund, Freud., Tomo V: la interpretación de los sueños: VII:sobre la psicopatología de los procesos oníricos., . P.542, Ed. Amorrortu
[11] Poema “el sueño” de Jorge Luis Borges.
[12] Poema “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.
[13] Sigmund, Freud., Tomo V: la interpretación de los sueños: VII:sobre la psicopatología de los procesos oníricos., . P.517, Ed. Amorrortu

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